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Alfredo Rangel       

No será un gestor de paz, sino un infructuoso gestor de la reelección del populismo en Colombia.

Mancuso es un manipulador manipulado por Petro. Mancuso y Petro hacen juntos una alianza, aunque sus motivaciones son distintas. A Mancuso lo mueve su afán de venganza criminal, a Petro lo motiva su propósito de desprestigiar a la oposición a su gobierno, de cara a las elecciones del 2026.

Mancuso y cada uno de los principales jefes paramilitares –el equivalente a lo que sería el secretariado de las Farc– han pagado alrededor de 16 años de cárcel por sus crímenes, la mayoría en Estados Unidos. Es el doble de los 8 años de cárcel que, según la Ley de Justicia y Paz del gobierno Uribe, hubieran pagado en Colombia si, según el Gobierno, no hubieran seguido delinquiendo desde las cárceles colombianas, incumpliendo su compromiso de no volver a delinquir, lo que motivó su extradición a Estados Unidos a pagar penas mayores.

En su momento, los críticos del gobierno Uribe decían que el proceso de paz con los paramilitares era una farsa construida solamente para evitar su extradición. Cuando, para sorpresa de todos, Uribe los extraditó sus críticos quedaron desubicados y entonces se inventaron que todo era una farsa para ocultar la verdad de sus crímenes en Colombia. Lo cierto es que por un acuerdo entre la justicia norteamericana y la colombiana, a través de centenares y centenares de audiencias con los fiscales y jueces colombianos –unas presenciales, otras virtuales–, esos jefes paramilitares han tenido todas las oportunidades para confesar todos sus delitos y denunciar a sus cómplices.

No es verdad que en la jurisdicción de Justicia y Paz se haya ocultado la verdad. Al contrario. En sus primeros 15 años de funcionamiento (2020) se condenaron 642 paramilitares a penas de entre 4 y 8 años de cárcel, por 13.036 hechos delictivos juzgados, comparecieron 71.339 víctimas, se recuperaron 3.407 cuerpos y hubo indemnizaciones por 812.000 millones de pesos. A ver si la JEP puede presentar la mitad de esos resultados luego de 7 años de funcionamiento. A ver si un solo jefe de las Farc ha pagado un solo día de cárcel por los mismos delitos por los que han pagado años de cárcel los jefes paramilitares. A ver.

Se supone que Mancuso ya dijo en Justicia y Paz todo lo que tenía que decir y ya cumplió su pena. Por eso una juez en Bogotá le otorgó su libertad condicional, basada en fallos de la Corte Constitucional que avalaron que parte de la pena que pagó en EE. UU. fuera reconocida como pena pagada por las condenas de los tribunales de Justicia y Paz en Colombia. Ahora, Mancuso perdería los beneficios de la pena reducida y de la libertad condicional si hubiera ocultado algunos delitos, callado algunos hechos, o encubierto a sus cómplices. Por eso judicialmente ya no tendría nada que agregar.

Pero políticamente sí. Y para eso el gobierno Petro intenta nombrarlo gestor de paz, aunque de manera chambona, y por eso un tribunal lo invalidó. Para que despotrique no solo contra Uribe, sino contra sectores de oposición, contra los partidos tradicionales, los empresarios, los comerciantes, las Fuerzas Militares, etc. Es decir, para que se convierta en un fletado propagandista del discurso de desprestigio de la oposición, de lógica confrontacional, de lucha de clases y de desestabilización institucional que Petro viene blandiendo a lo largo de su gobierno.

Nombrándolo gestor de paz, Petro quiere erigir a Mancuso como adalid de la verdad que va a emitir sentencias y absoluciones. Lo cierto es que lo quiere manipular como un idiota útil para sus propios fines. Por eso, dentro del Pacto Histórico están rebosantes de alegría por el regreso de Mancuso, a quien ayer no más consideraban un criminal que no merecía ni un solo día en libertad, y habrá duelo si no lo nombran gestor de paz. Pero Mancuso no será un gestor de paz, sino un infructuoso gestor de la reelección del populismo radical en Colombia.

Señor Mancuso, en lugar de ese triste papel de títere ventrílocuo de Petro, siga su propio consejo, pase la página y retírese. O, más bien, ayude a exigir que Timochenko y sus compinches paguen los mismos años de cárcel que usted, ya que cometieron los mismos crímenes. Así, de verdad, actuaría como un real gestor de paz, si es lo que quiere hacer.

https://www.eltiempo.com/, Bogotá, 15 de marzo de 2024.

Publicado en Columnistas Nacionales

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