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Alfredo Rangel       

Maduro le tiene más miedo a María Corina Machado que a Estados Unidos.

Tremendo y humillante bofetón le está dando Maduro a Estados Unidos. Esto es una muestra más de que la capacidad disuasoria de Estados Unidos se ha deteriorado y está en crisis. Nadie les hace caso, nadie les teme, aunque sean de lejos la primera potencia militar y económica, incontrastable a nivel planetario. Todo el mundo los burla y los humilla, a sabiendas de que no habrá mayores consecuencias.

Esto es resultado de su inestabilidad política interna, de su polarización intestina, hostil e irreconciliable, que los ha colocado prácticamente en una situación de pre-guerra civil. Pero también es producto de que recientes gobiernos gringos han evidenciado una gran falta de determinación para utilizar el poder de la primera potencia mundial para resolver problemas locales que, de alguna manera, cuestionan su posición predominante a nivel global.

En vista de lo anterior, sus principales adversarios, los gobiernos autoritarios de China, Rusia e Irán, se coordinan para crearle problemas aquí y allá, para hostigarlos sin pausa en muchos sitios. La atropellada y humillante retirada de Afganistán, empujada por el apoyo de China a los talibanes, perece ser el pistoletazo de arranque de la ofensiva global de esa triple alianza autoritaria. Luego vino la invasión de Rusia a Ucrania. Después la guerra de Gaza provocada por Irán. Las decenas de ataques a tropas e instalaciones norteamericanas realizadas por grupos terroristas auspiciados por Irán en Líbano, Siria, Jordania e Irak. Los ataques a buques mercantes en el mar Rojo, también patrocinados por Irán. Los recientes ejercicios militares realizados por China alrededor de Taiwán. En fin, el bofetón de Maduro, cuyo gobierno tiene la sombrilla protectora de China, de Rusia y de Irán.

De manera abierta y sin ninguna vergüenza, Maduro mandó al carajo el acuerdo de Barbados firmado hace solo tres meses y que fue negociado durante dos largos años entre el Gobierno venezolano y la oposición , a instancias de Estados Unidos. Al otro día de la firma de ese acuerdo, sin que Maduro hubiera demostrado ninguna intención de cumplirlo, el gobierno de Biden, en una lamentable muestra de ‘culiprontismo’, resolvió levantarle las sanciones económicas al régimen de Maduro durante seis meses. Para rematar, ahora Biden anuncia que mantendrá la suspensión de las sanciones durante tres meses, después de que Maduro anunciara que no va a cumplir el acuerdo. Algunos suspicaces piensan que es para facilitarle a Chevron exportar la producción de sus pozos de petróleo en Venezuela, y así pagarse en parte lo que le debe el régimen de Maduro. Esto recuerda lo que narra en sus memorias John Bolton, el asesor de seguridad nacional de Trump, cuando algún alto miembro del gabinete se oponía a profundizar las sanciones económicas contra Venezuela porque eso perjudicaría las tarjetas de crédito Visa y Mastercard.

Sorprende ver cómo una y otra vez Estados Unidos y la oposición venezolana caen en la trampa de dialogar con el chavismo dizque para realizar elecciones libres en Venezuela. Parecen estar ciegos frente el evidente e irreversible proceso de cubanización del régimen de Maduro, favorecida por la migración de 7 millones de venezolanos, o sea, el 25 por ciento de la población, la pauperización de los que quedan y la represión feroz a los opositores. Es como haberle creído a Fidel Castro que alguna vez iba a realizar elecciones libres en Cuba.

Si hoy hubiera elecciones libres en Venezuela, María Corina Machado ganaría con el 70 por ciento de los votos, y eso no lo va a permitir el chavismo. Maduro y su pandilla ladrona prefieren realizar elecciones amañadas y asumir el costo —leve— de las sanciones económicas de Estados Unidos, antes que pagar el costo —enorme y definitivo— de realizar elecciones libres y perder el poder. En dos palabras, Maduro le tiene más miedo a María Corina Machado que a Estados Unidos. Así de patético es hoy el debilitamiento del poder disuasorio de Estados Unidos.

Confiemos en que algún día el viejo Churchill vuelva a tener razón cuando dijo: “Estados Unidos siempre termina haciendo lo correcto, después de haber intentado todo lo demás”.

https://www.eltiempo.com/, Bogotá, 1° de febrero de 2024.

Publicado en Columnistas Nacionales

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