Columnistas Nacionales
Alfonso Monsalve Solórzano
Sus simpatizantes le dicen así, por el nombre de pila, como símbolo de confianza y familiaridad. Yo le diré Gaviria, el candidato que llegó de la academia con sesenta puntos bajo el brazo, algunos, meras generalidades, como la reivindicación de la libertad en un estado liberal, la necesidad de ampliar la cobertura de la educación, el respeto al pluralismo y la lucha contra la corrupción, la necesidad de un ingreso mínimo para los pobres y vulnerables, la reforma al sistema de salud, la necesidad de una política tributaria progresiva.
Rafael Nieto Loaiza
En su reciente conversación con Francisco de Roux, el expresidente Uribe dijo que quizás habría que pensar en una amnistía general.
María del Rosario Guerra
Durante los próximos días estaremos debatiendo en el Senado de la República el proyecto de ley por medio del cual se dictan normas relacionadas con el sistema de pagos y el mercado de capitales, una iniciativa, de la cual soy coautora y ponente, de gran relevancia para contribuir al fortalecimiento de la economía, la inclusión financiera y el bienestar social. Este proyecto tiene como objetivo promover un sistema financiero más dinámico, competitivo e inclusivo; acorde con la transformación digital y tecnológica que durante los últimos años se ha evidenciado en el país.
José Félix Lafaurie
El expresidente Uribe lanzó una propuesta de amnistía que él mismo calificó de políticamente incorrecta, porque se opone a la narrativa de la izquierda y el “centrosantismo” alrededor de esa paz que no llegó. Incorrecta o no, la propuesta es tremendamente sensata.
Paloma Valencia
No comprenden el problema de legitimidad en la aplicación de la ley que nos dejó el acuerdo. La justicia tiene que ver con que casos iguales sean tratados iguales y que entre los diferentes haya proporcionalidad. ¿Por qué delitos de lesa humanidad pueden quedar impunes y en cambio debemos sancionar delitos menores? ¿Por qué el primer criminal puede conservar derechos políticos y el segundo no?
Cristina De Toro
Acerbas críticas le han llovido por estos días al expresidente Álvaro Uribe a raíz de su reunión con el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad y los dos comisionados acompañantes, por haberles dicho desde el comienzo, que él no reconocía la legitimidad de esa entidad porque es fruto de un arreglo que por mayoría fue rechazado en las urnas, y que por arte de birlibirloque, mediante una mera proposición, fue aprobado en el Congreso y después ratificado por la Corte Constitucional. Advertencia que, dicho sea de paso, fue expresada con absoluta claridad y en términos correctos, desde el momento mismo en el que se acordó el encuentro, y que el padre De Roux omitió mencionar en el comunicado de prensa que sacó antes de ir, porque dizque tenía “muchas presiones de la Comisión y del entorno”.