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Daniel Briceño        

El proyecto de reforma al Congreso tiene un orangután: la reducción salarial empezaría en 2026. Con las justificaciones más cínicas y hasta mentirosas e infantiles.

Los recién electos congresistas continuarían recibiendo los cómodos salarios que durante su discurso de campaña tanto criticaron. Foto: presentación reforma al Congreso/Twitter Gustavo Bolívar

Una de las grandes promesas de la pasada campaña al Congreso fue limitar los privilegios de los que gozan los congresistas. Camionetas, extensas vacaciones y los altos salarios que han ostentado en Colombia por décadas, fueron algunas de las críticas con las que, varios candidatos al Senado y a la Cámara de Representantes lograron conseguir una curul. Cabalgaron sobre la justa indignación producida por una clase política que, de forma reiterada y a veces descarada, se ha dedicado a disfrutar de las inmensas prerrogativas del cargo sin realizar al menos un aceptable trabajo en favor del país dentro de su actividad legislativa o de control político.

La semana pasada en medio de una rueda de prensa Gustavo Bolívar, Roy Barreras, Iván Cepeda y Catherine Juvinao, anunciaron la reforma al Congreso. La vendieron como la gran herramienta de transformación a la política colombiana de los últimos tiempos. Con un proyecto de acto legislativo de seis artículos que busca restringir a tres los periodos de los congresistas, establecer prohibiciones en materia de nombramientos, disminuir el receso legislativo y reducir el sueldo a máximo 25 salarios mínimos mensuales legales vigentes, se busca dar cumplimiento a esta promesa de campaña.

Sin embargo, al revisar con cuidado el texto del proyecto encontramos un orangután. Dicha reducción salarial únicamente se daría hasta el año 2026. Es decir, los recién electos congresistas continuarían recibiendo esos cómodos salarios que durante su discurso de campaña tanto criticaron. Las promesas quedaron en el aire y la indignación social fue solo un vehículo para alcanzar esa anhelada silla en el Capitolio Nacional.

Seguramente lo más molesto de toda esta película repleta de cinismo son las justificaciones de los autores del proyecto. En primer lugar, hablan de un posible conflicto de interés que podrían alegar, pues según explican, estarían legislando en causa propia. Esto es completamente falso, ya que este argumento se aplicaría si el objetivo fuera aumentar el salario o se otorgaran beneficios adicionales y no cuando se trata de reducirlos.

Por otra parte, el senador Gustavo Bolívar expresó otra excusa mentirosa e infantil, según la cual realizar esta reducción es muy difícil teniendo en cuenta que en campaña se adquieren créditos para financiarse con base en el salario futuro en caso de ser elegidos, lo cual al reducirse abriría la puerta a varias demandas. Este argumento, completamente irracional, es engañoso y apela a subestimar el conocimiento del oyente. Las entidades financieras cuando van otorgar algún tipo de crédito lo hacen con base en los ingresos y bienes que se tienen actualmente y no con los futuros. Es como si me acercara a pedir un crédito con la promesa de que mañana recibiré un aumento y por eso el banco debe prestarme más dinero. Así de absurdo como suena, lo es. También porque la mayoría de créditos que adquieren para financiar sus campañas se pagan con los recursos de la reposición de gastos que autoriza el Consejo Nacional Electoral (CNE) y no con el bolsillo de cada uno. Por ejemplo, según los datos reportados por el mismo Gustavo Bolívar en el aplicativo de Cuentas Claras del CNE todos los colombianos le pagaremos $706.000.000 de pesos en créditos adquiridos en campaña con la cooperativa Confiar.

Esta es una de las primeras acciones que veremos para poner en evidencia como los políticos, a pesar de los anhelos de cambio del país, siguen manipulando de forma descarada a los colombianos. Si empezáramos hablando con la verdad y aceptaran que no quieren rebajarse el sueldo tendríamos otro nivel de discusión. En todo caso resulta extraño que aquellos que quieren sacar adelante la reforma tributaria más grande de la historia, transformar el agro y la política, realizar modificaciones a la policía y las fuerzas militares, limitar la actividad petrolera y producir las transiciones más profundas para la sociedad colombiana, vean tan difícil modificar eso en lo que todos estamos de acuerdo: bajarse el sueldo.

Las2orillas, agosto 03, 2022.

https://www.las2orillas.co/excusas-mentirosas-para-no-bajarse-el-sueldo/

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