Rafael Rodríguez Jaraba
Rafael Rodríguez-Jaraba*
El resultado de las últimas encuestas, demuestra, la vertiginosa caída en la popularidad del Petro y la creciente desconfianza en su gobierno, así como la reprobación y rechazo a sus ocurrencias, improvisaciones y desvaríos.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Luego de ocho meses de haber asumido el poder, la desilusión, la reprobación y el rechazo de la nación por el gobierno de Gustavo Petro, es mayoritaria, manifiesta e inequívoca. Son tantos sus yerros, mentiras, falacias y despropósitos, que su permanencia en el poder empieza a ser indeseable.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
La grave situación que padece San Andrés aflige, sobrecoge y preocupa; la que no es del todo coyuntural, y sí, ancestral, estructural y hasta provocada, y puede constituir una oportunidad para resolver de manera definitiva y estable muchos de los problemas que la asolan.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
No es infundado el temor que experimenta el sector productivo, ante los improvisados anuncios y precipitadas decisiones de Petro y su comparsa de ministros, entre ellos, los de Justicia, Minas, Salud, Trabajo, Transporte y Hacienda, quienes terminaron fungiendo de encubridores y espadachines de los perversos despropósitos de un gobierno corrupto, inepto y sin norte.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
El conocimiento proviene de la información, y, la sabiduría, de la prudencia, y ésta, con frecuencia se vale del silencio para moderar la pasión, contener la emoción y controlar los impulsos, y, con ello, darle oportunidad a la ponderación para que armonice las ideas con los sentimientos, de manera que la reacción ante hechos adversos, preguntas o situaciones difíciles, se fundamente en lo que se piensa y no solo en lo que se siente.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Si algo le empieza a quedar claro al Congreso de la República y a la nación entera, es la pérdida de credibilidad de Gustavo Petro entre sus propios electores y el rechazo mayoritario a sus ocurrencias e improvisaciones.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Así suene fuerte, es claro que la elección de Gustavo Petro como presidente, evidencia el precario nivel educativo de cerca de la mitad de la población, así como la carencia de una mayor capacidad de análisis y reflexión de la opinión pública colombiana. De no ser así, no se entendería, cómo pudo llegar a la primera magistratura, un sujeto que además de incapaz, es abiertamente mentiroso, belicoso, resentido y vengador.
Rafael Rodríguez-J*
Sobrecoge, que luego de más de 8 años de haber estado en campaña para llegar a la presidencia, Petro no tenga un programa claro y definido de gobierno, lo que demuestra, que fue elegido por su retórica populista y su regadera de promesas, mentiras y falacias, y no, por su preparación y capacidad de gestión.