Columnistas Regionales
Jorge Enrique Pava
¿Qué le pasa a Manizales? ¿Cómo hay que decirle a su gente y demostrarle que a la ciudad se la están robando y que están acabando descaradamente no solo con su presupuesto, sino con su patrimonio histórico, su infraestructura, sus proyectos de curso normal, sus vías, edificaciones, sitios turísticos, y hasta con el ánimo, ímpetu y voluntad de sus habitantes? ¿De qué forma hay que demostrarles que estamos en manos de una mafia perversa que está acabando con nuestras esperanzas y con ese “mejor vividero de Colombia”?
Ana Cristina Moreno Palacios
Habíamos tenido una agenda intensa en Túquerres y Cumbal, y llegamos de noche a Carlosama, otro atractivo municipio de Nariño, para entregar insumos en el marco de un proyecto ovino que cofinanciamos en la Agencia de Desarrollo Rural.
César Salas Pérez
Profunda indignación genera en el país el nombre de Emilio Tapia, más conocido en el bajo mundo de las corruptelas como “El zar de la contratación”, quien como en los viejos tiempos del “carrusel de la contratación en Bogotá hace una década, vuelve a ser privado de la libertad por cuenta del penoso escándalo del Mintic.
Jorge Enrique Pava
Hay tres anécdotas, entre muchas, que esta semana me han impactado por las características de los personajes y por lo significativo de los hechos. Son situaciones que denotan una gran desvergüenza y, sobre todo, un cinismo de los protagonistas que piensan que con sus exposiciones mediáticas van a ganar adeptos cuando, en realidad, aumentan el repudio social hacia ellos. Veamos:
César Salas Pérez
Poco afable es hablar en primera persona, pero viene al caso comentar que quien escribe estas líneas, ha podido entender un hecho no del todo odioso pero muy significativo y es que los grandes intelectuales, sean o no profesores universitarios, académicos, o que hacen parte de centros de investigación, institutos o centros de pensamiento, o ejercen grandes cargos tecnocráticos en la sombra del establecimiento, detestan el ejercicio de la política de elección popular.
Jorge Enrique Pava
Lo ocurrido en Manizales en los últimos meses hubiera escandalizado a cualquier ciudad del país pero, curiosamente, en esta sociedad que tradicionalmente posa de decente, honesta, ortodoxa y legalista, una administración sin escrúpulos e integrada por la peor mafia que nos haya tocado en la historia, logró trastocar los valores y enceguecer a sus miembros e imbuirlos en una degradante permisividad.