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César Salas Pérez   

La señora Camargo, Fiscal General de la Nación, debería en ejercicio de sus funciones, salvo posibles impedimentos, apersonarse de manera ágil y eficaz, del inicio formal de las investigaciones penales por la corrupción galopante en la UNGRD en que al parecer están inmersos varios funcionarios del ejecutivo incluidos ministros, congresistas y otros siniestros personajes que llegaron no precisamente a gobernar sino mas bien a robarse de frente el dinero de los contribuyentes sin pudor ni temor alguno, para comprar lacayos congresionales y que las nefastas reformas Petristas, logren aprobación tanto en comisiones como en plenarias.

Definitivamente, este es uno de los tantos escándalos de esta tragicomedia de gobierno que día tras día sorprende a la opinión pública con nuevos negociados y entramados para saquear el erario y lograr que el exguerrillero cumpla con su cometido de quebrar y arruinar este pais y convertirlo en el patio trasero del narco comunismo Venezolano.

Nuestra preocupación radica en que la señora Fiscal General no se le conoce aun su acento de voz ante la opinión pública, pareciera que la orden inicial de alguien muy poderoso es venderle al país un perfil bajo, de una persona que trabaja en silencio. Ojalá fuera así, sin embargo, ya hay presión y se le exigen resultados en los procesos más mediáticos como en el del hijo del presidente, investigar el modus operandi de las sofisticadas redes de corrupción como “política de Estado” que sacuden al actual gobierno. Trabajo es lo que tiene el ente acusador.

Y es que, si refrescamos memoria, todo este escalofriante escandalo en la Unidad de gestión del riesgo que involucra a la cúpula mayor de la rama legislativa, algunos ministros y consejeros presidenciales, es equiparable fácilmente al proceso 8.000 del elefante Samper, otrora socio del cartel de Cali en 1995 y hoy veterano farol moral y ético de cómo hacer política o el Odebrecht de Santos convertido en una dulce y bella melodía frente al actual escandalo Petro.

Es muy probable que, si la Fiscal es una persona independiente y autónoma del gobierno, laboriosa y resultadista, tal vez con el avance de su despacho llegue a descubrir que pueden ser casi todas las entidades del gobierno las que estén desviando recursos no sólo para seguir comprando prepagos congresistas en pro de las reformas sino para que el proyecto Constituyente de Petro sea casi que exprés e inmediato cosa que le asegure postularse para una reelección en el 2026.

Señora Fiscal, aquí el descaro gubernamental es evidente, ya no se trata solo de la vieja artimaña de buscar el apoyo de los parlamentarios en sus proyectos de ley a cambio de burocracia, aquí es al mejor estilo del jefe de jefes de la banda criminal, recibir plata en bolsas, en maletas, dinero del erario, plata sagrada para convertirla en plata maldita en bolsillos de animales feroces hambrientos de corrupción.

Señora Fiscal, se requiere de su rigor para ordenar proteger a los que quieren hablar, a los que solicitan el principio de oportunidad, recibir el testimonio y acervo probatorio de aquellos pillos que desean colaborar con la justicia. No vaya a ser que resulten “suicidados” al mejor estilo del coronel Dávila, ex jefe de seguridad de Petro.

Respetada funcionaria del ente investigador, es su obligación cumplir el artículo 250 de la carta “ de oficio, denuncia o querella, investigar los delitos y acusar a los presuntos infractores… velar por la protección de las víctimas, testigos e intervinientes en el proceso…” es significativo que empiece bien sus cuatro años  demostrándole al país que su amistad con el presidente y con el actual inútil e incompetente ministro de Defensa, en nada interfieren para que su trabajo brille con luz propia.

En cuanto al impacto político de este tsunami de corrupción petrista, si algo les queda de dignidad a estos parlamentarios, salpicados o no, es que hundan de una vez por todas cada una de las nefastas reformas Petro (pensional, salud, laboral y educación), de lo contrario, quedará para la historia que las mismas fueron compradas en el legislativo y por lo tanto, son ilegítimas.

De todo esto surge una pregunta sencilla pero definitiva ¿es todo esto el resultado de una orden presidencial para lograr la aprobación de las reformas e ir labrando el camino para su perpetuidad en el poder?

Yo diría que si. Este presidente es un auténtico ideólogo del viejo y fracasado Marxismo/Leninismo representado en el caudillismo, en la utilización de la violencia como método represivo, en la dictadura como forma de poder y en el todo vale para sostenerse en el tiempo. Es un tipo sin escrúpulos pero con mucha ambición. El amor por el pueblo es lo de menos, lo que realmente le interesa es un Estado dirigido por su ego y repartido entre sus parásitos corruptos.

Esperaremos el desenlace de este entramado perverso y abominable más conocido como la “ Snyderpolitica”, la forma como la Fiscal asume sus responsabilidades, la celeridad en sus actuaciones, el desenvolvimiento de todo el aparato acusador y sobre todo, si demuestra lo contrario a aquellos que decimos que es una Fiscal de bolsillo del régimen Petro.

Ojalá que romper relaciones con EE.UU. o declararle la guerra a Israel, o autorizar una base militar rusa en Colombia o declarar al Cauca o al Chocó territorios revolucionarios, o pedirle a la Nasa un cupo para Colombia en la estación internacional espacial u otra locura de este presidente, sean excusa para desviar la atención a mayúsculo escandalo.

 
Publicado en Columnistas Nacionales

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