Imprimir esta página

Constituyente: ¡jugando con candela!

Álvaro Ramírez G.   

La avalancha de reveses que viene sufriendo el gobierno Petro, lo tiene sumido en la desesperación.

El no reconoce que todos esos errores y fracasos, son culpa de unas ideas arrevesadas, manejadas por un equipo de incompetentes y últimamente, ladrones.

En cambio, le echa la culpa de su desgracia diaria, a los medios de comunicación y a la clase política.

También a Uribe, a Duque y a todo el que pase por su mente.

Y ese desespero lo ha puesto a proponer unas salidas tan temerarias, y peligrosas, como una Constituyente.

El imagina que el pueblo lo va a acompañar masivamente y que, con esa Constituyente, va a aprobar todas sus reformas y ocurrencias, para dar paso a ese país puro y e igualitario que solo existe en su imaginario.

Imagina Petro, las calles y las urnas llenas del voto popular y de esa Colombia profunda.

Pero se equivoca de cabo a rabo.

Petro no tiene hoy votos para ganarle a nadie.

Y mucho menos a todo un país unido en su contra.

Ya ese Pacto Histórico que lo llevó al palacio de Nariño, no existe.

Es un reguero de harinas en el suelo, producto de la voracidad por el botín.

Pero ya no está.

Esa popularidad del 74% con que empezó el gobierno, ha desaparecido.

Anda por el 30%.

Y esa mayoría que tenía en el Congreso, del 75%, hoy no está.

Es por eso que todas las reformas o se han caído, como la política, o se van a caer como la de la Salud y la Pensional.

Todo mal.

Petro acaba de perder las Alcaldías de Bogotá, Medellín y Cali que eran suyas.

Y perdió también Barranquilla, Bucaramanga y otras capitales que no eran afines a su pensamiento, pero también perdió.

Cosa parecida ocurrió en las Gobernaciones.

¡Antioquia entera lo detesta por apoyar a un ladrón como Pinturita, porque casi arruinan Hidroituango y porque le acaba de robar abusivamente los recursos para terminar su programa 4G!

¡Imagínense!

Con qué votos entonces piensa Petro ganar una Constituyente.

Sus ofuscados cálculos no han medido que esa confrontación popular, seria de Petro, contra los anti Petro que hoy lo doblan y quizás lo triplican.

No hay pues temor alguno.

Petro entró en una crisis profunda de desgobierno, impopularidad y carencia de resultados, sin salida.

La otra mitad del mandato Petro, será para el gobierno, un verdadero calvario.

Tienen ya a todo el país económico, político y social, en contra.

Petro está jugando con candela en medio de su desespero.

¿Se imaginan como quedará Petro, al día siguiente de la votación de una Constituyente, cuando verifique que fue arrasado?

¡No lo quiero ni pensar!

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 
Publicado en Columnistas Nacionales
Álvaro Ramírez González

Lo último de Álvaro Ramírez González