Columnistas Nacionales
Jesús Vallejo Mejía
El que nos desgobierna ha dicho que se necesita una constituyente popular, entre otras cosas, dizque para corregir un ordenamiento regional que data de 1886 y no consulta los requerimientos actuales de una adecuada representación política.
Luis Guillermo Vélez
La Constitución de 1991 destrozó el poder presidencial, empoderando y dando independencia a instituciones existentes y creando otras, dotadas también de gran independencia y de poder decisorio.
José Alvear Sanín
Aunque la motivación perversa de los actos siempre se oculta cuidadosamente, hay momentos en los que trasluce. Reprimir por largos años la expresión de los peores sentimientos profundos constituye un esfuerzo agobiador. Mantener la cara risueña mientras el magín concibe incontables infamias representa un empeño tremendo que se traduce en inevitable desequilibrio, incapacidad de reposar, logorrea incontrolable, mitomanía incesante, ánimo pendenciero y compulsión locomotiva, entre muchos otros síntomas de insufrible estrés, cuando se vive desasido de la realidad, entre la alucinación y la fantasía.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Los colombianos sin distingos, desprovistos de todo tipo de sesgo político, partidista, ideológico o social, debemos manifestar nuestro reconocimiento a los miembros de la Comisión Séptima del Senado de la República, por su actuación responsable, fundamentada y valerosa, al votar por el archivo del regresivo y descuadernado proyecto de reforma a la salud, independientemente de la inconstitucionalidad manifiesta que viciaba su trámite, por surtirse como el de una ley ordinaria y no estatutaria, desconociéndose lo establecido en la Carta, así como en la jurisprudencia vigente de la Corte Constitucional.
Rafael Uribe Uribe
Siempre lo sostengo, no entiendo la cantaleta de Petro de haber ganado las elecciones con once millones y pico de votos y que debe respetarse el mandato “del pueblo”. Dejo de lado las dudas sobre la presión de grupos armados para votar por el “ganador” y otras patrañas de las pasadas elecciones presidenciales.
César Salas Pérez
Si hay en la historia republicana de este país un gobierno más fantasioso e ideologizado al que no le gusta trabajar, es precisamente, el de Petro, un tipo mal hablado, lleno de resentimientos, con oscuro pasado terrorista y criminal, personaje siniestro que completa casi cuarenta años de estar amamantado por la ubre del Estado y al que en tantos años de vagancia laboral desde cargos de elección popular no se le conoce una gran obra para el pueblo al que en discursos demagógicos y banales dice defender.