Muchos hablan del Nuevo Orden Mundial que quieren imponer unos plutócratas de todos los pelambres y partidos al que se opondría el Viejo Orden de los Principios y Valores conformado también por seres imperfectos o pecadores como dirían otros. La diferencia entre unos y otros es que los inteligentes quieren permanecer vivos, pero a los brutos no les importa morir; entre esos, Putin.
Como ex agente de la KGB Putin pretende, mediante el enfrentamiento de unos y otros, desmoralizar a occidente para paralizarlo, y ganar sin disparar un tiro fuera de Ucrania. A eso juega. Porque si la cereza del pastel que coronó la segunda guerra mundial fue la bomba atómica, pues con esa amenaza se pueden lograr cositas, como apoderarse de un país sin que nadie chiste. Ese jueguito desencadenó la guerra fría que enfrentamos otra vez con otros elementos. Hoy en realidad es una guerra tranquila con armas silenciosas. No se disparan tiros, sino ‘situaciones’ que desestabilizan esperando el momento oportuno para tomar el poder, o gerenciarlo a distancia en cuerpo ajeno. Hablaré de eso en otro artículo.
Eso sucede porque los verdaderos hombres ejemplares que aprenden a cuestionarse sobre sus actuaciones, ideas o pareceres son muy pocos en la vida pública. Una lección difícil para nuestro tiempo que Putin desconoce. Sin embargo, incluso cuando esos hombres ejemplares que han aprendido a cuestionarse se descuidan, algo puede inducirlo para no hacerlo, debido a un falso ídolo muy preciado. Es lo que llaman tentación. Veamos un ejemplo.
Esas personas pueden tener una ESCALA DE PRINCIPIOS Y VALORES bien organizados en un orden probado como muy eficiente. Algunos llaman a ese orden la MATEMÁTICA DE LA FELICIDAD porque le ha costado millones de años a la humanidad llegar a esa conclusión. Ese sistema está compuesto de los siguiente ‘números’: 1. Dios; 2. Respeto por sí mismo; 3. Familia; 4. Amor a la patria; 5. Salud; 6. Trabajo; 7. Respeto por los otros; 8. Dinero; 9. Diversión; 10. Placer normal; 11. Compromiso ideológico o partidista; 12. Compromiso con la comunidad y el bien común. Esa ‘matemática’ que algunos llaman VIDA INTELIGENTE tiene la peculiaridad de mejorarse a sí misma. Vivir así le ha generado a la inmensa mayoría respeto y autoridad moral.
Pero un día alguien, a la fuerza o con engaños, cambia la sociedad y la nueva organización ‘matemática’ queda así: 11, 8, 9, 6, 10, 5, 3, 2, 7. Y, de pronto han desaparecido del mapa el 4 porque pasó de moda; el 12 porque es incómodo y cuesta mucho; y el 1 porque no existe. ¿Por qué ocurrió esa catástrofe? Porque el hombre dejó de pensar por miedo a perder la aprobación del grupo o cualquier otra supuesta ventaja; porque le dio pereza; porque lo tenía todo; porque no había diferencia entre pensar y no hacerlo, etc.
Es decir, se buscaron todas las disculpas estúpidas para ‘explicar’ el desastre; menos una: la falta de responsabilidad. Y con esa lógica muchos se creen líderes, buenos gobernantes o revolucionarios, servidores del bien público, héroes, etc. Por lo tanto, si no examinamos nuestros actos algo terrible nos puede pasar.
En este momento escudriñemos cierta persona que no se cuestiona a sí mismo y amenaza al mundo. Todos somos imperfectos, pero no estamos amenazando al mundo. Para analizar el actual panorama mundial planteado por el nuevo ‘zar’, cito de: “60 frases de Putin – El autoritarismo del siglo XXI” lo que sigue:
- “Quien no extrañe la Unión Soviética, no tiene corazón. Quien la quiera de vuelta, no tiene cerebro.” Aquí Putin es juzgado por sus propias palabras. Y ese ‘ejemplo’ nos sirve para aplicárselo a Ucrania. Quien no eche de menos su vida en libertad y autodeterminación no tiene corazón. Y quien añore a la URSS no tiene cerebro. Por lo que aquel que no cuestiona su vanidad política o cualquiera de sus errores puede caer en la trampa del autoritarismo y quedará como el bruto, loco de la historia o víctima de su propio invento.
- De la edición 2075 de Semana, página 7, de la nota titulada PUTIN ESTÁ LOCO, cito: “Las informaciones sobre el pretendido bombardeo de Kiev y de otras grandes ciudades son groseras falsedades propagandísticas” le dijo Putin al jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz. Eso mismo piensa el presidente francés Macron y otros mandatarios: el tipo está loco. Pero sigamos conociendo a Putin según sus propias palabras.
- “Perdonar a los terroristas es cosa de Dios, enviarlos con él es cosa mía.” Este cínico se cree dueño de la vida y subestima a Dios; pero visita al Papa Francisco para dárselas de creyente, así como Pablo Escobar era devoto del Niño Jesús de Atocha en Medellín. ¿Ha pensado ese demonio que ahora él es el terrorista de Ucrania y que de pronto quién sabe si Dios lo perdona si alguien se lo envía para ser juzgado? Ahora bien, como los ortodoxos no creen en el purgatorio, donde supuestamente se corrigen faltas, ¡Ay…Ay…Ay…!
- “La Iglesia es el socio natural del Estado.” ¿Será que Putin quiere ser el Papa del imperio ruso, ya que la Iglesia Ortodoxa está sometida a él? ¿Un ‘Papa’ con yates, apartamentos de lujo y una fortuna escondida? No nos engañemos. El anarquista ruso Mijaíl Bakunin decía: “Esclavo de Dios, el hombre debe serlo también de la iglesia y del estado, en tanto que este último es consagrado por la iglesia.” Pero Lyndon B. Johnson decía: “La separación de Iglesia y Estado es una fuente de fortaleza, pero la conciencia de nuestra nación no requiere separación entre los hombres de Estado y los hombres de fe en el Ser Supremo.” Por eso en Estados Unidos caben todas las religiones. En algunos países no es así. Ese es el peligro de la ‘teocracia’ de estado que pretende Putin.
- “El código de construcción del Comunismo era, por así decirlo, una mala copia de la Biblia: no mates, no robes, no desees a la mujer del vecino. Pero ese código ya no existe. Y en su lugar solo pueden venir los valores tradicionales.” Por el contrario, los comunistas se sobrepasaron en la violación de los 10 mandamientos en la URSS y actualmente. Se calcula que entre los años 1932 y 1933 mataron de hambre y enfermedades derivadas entre 1,5 y 4 millones de personas precisamente en Ucrania. Por eso odian a los rusos. Y la cifra se eleva a 12 millones si se suman otras regiones de la URSS.
- 6. Y ESTA ES LA RADIOGRAFÍA DEL ALMA DEL TIPO, SEGÚN EL MISMO LO EXPONE. (Pongo en paréntesis mis conectores de coherencia en la descripción del personaje) “Soy el mejor presidente del mundo, y si a alguien se le ocurre pensar lo contrario será tratado de fóbico (antiputin) y me encargaré de que sea censurado. (castigado; hay miles de detenidos en Rusia por manifestaciones contra la invasión) ). “Estamos dispuestos a dialogar con la OTAN, aunque sea un monólogo” (el suyo que habrá que aceptar); (el de los otros que ignorará). “Me parecen tontas las sanciones de Occidente contra Rusia.” (No le importa su propia gente; pero los inversionistas rusos y extranjeros piensan diferente; ya se están retirando.) “Las relaciones entre los países se basan en otras cosas, (se las guarda para sí, porque son sus propios y oscuros intereses personales) no como las relaciones entre dos personas, y por eso yo no puedo calificarme ni de «amigo, ni de novia, ni de novio», pues, por encima de todo, soy el presidente de Rusia.”
MI CONCLUSIÓN. Putin es muy claro como expositor del nuevo educador malvado de la guerra fría. Propone su desfachatez de proclamarse a sí mismo como el narcisista que debemos acoger y corrompernos a nosotros mismos mediante el paradigma perverso y abierto de aceptar su IMPUNIDAD Y OMNIPOTENCIA porque está armado con bombas atómicas.
Entonces como cualquier mafioso expone su letalidad al saberse moralmente débil frente al mundo y nos dice: Aceptas el chantaje o guerra nuclear. (Plata o plomo, decía Pablo Escobar) El odio, rabia y desprecio de sí mismo, como el cobarde que es todo malhechor, son proyectados contra la sociedad y nada le importa. Esa es la característica del sociópata adaptado. Soy narcisista, peligroso ¿y qué? ¿Cómo se traduce eso a términos cotidianos?
Uno de los problemas humanos es la IRRESPONSABILIDAD de ciertas personas en posiciones de poder. Quizá eso ocurre con ciertos mandatarios, porque antes de la democracia el poder era heredado y los regentes del reino no tenían capacidad intelectual o moral, como puede también ocurrir en la estructura orgánica heredada en una dictadura de partido, caso Venezuela con un bruto en el poder. Además, con la apertura democrática y mediante la corrupción del dinero sucio, esas personas se pueden colar en el sistema de poder.
Ahora bien, la farándula, el brillo, la vanidad, el poder, son como la luz que atrae a las polillas. En su libro “La locura lúcida” Carlos E. Climent nos dice que “los narcisistas pueden aparentar gran normalidad cuando en realidad sufren de una enfermedad mental caracterizada por un carácter dominante, agresividad, no reconocerle méritos a nadie, prepotencia, grandiosidad y el creerse con derecho a todo sin merecerlo.” Lo vemos en el esquema mental del Zar Putin.
Por otra parte, en psicología, existe el concepto de una “tríada oscura” de rasgos de personalidad malévolos: psicopatía, narcisismo y maquiavelismo. Las personas con estas personalidades no pueden percibir los sentimientos de los demás, ni ver el mundo desde una perspectiva diferente a la suya. No tienen un sentido de conciencia o culpa que les impida comportarse inmoralmente. Se sienten superiores y disfrutan manipulando y controlando a otras personas. Al mismo tiempo,necesitan sentirse respetados y admirados y les gusta ser el centro de atención. O como dice el psicólogo Robert Hare sobre los psicópatas “son depredadores sociales y, como todos los depredadores, buscan zonas de alimentación. Dondequiera que consigas poder, prestigio y dinero, los encontrarás.”
Los líderes más malvados del siglo XX, como Stalin, Hitler, Mao Tse Tung, Pol Pot, Saddam Hussein, el coronel Gadafi, y los conocidos dictadores suramericanos claramente tenían o tienen los severos rasgos de la tríada oscura. No se convirtieron en líderes por su habilidad o inteligencia, sino simplemente porque tenían un tremendo deseo de poder, fueron increíblemente despiadados y crueles en su búsqued, y se rodearon de la malévola influencia del narcotráfico para cooptar el estado y corromper la sociedad, ayudados por su instrumento de poder que adquiere las peculiaridades de su personalidad que también quiere imponerle a la sociedad. Quienes lo imitan son sus amigos. Veamos un ejemplo de cómo hasta los más inteligentes son engañados.
Muchos no saben que el gran INFLUENCIADOR de occidente, el COMUNISTA Y EXISTENCILISTA JEAN PAUL SARTRE, en su afán de aniquilación conceptual de su contrincante, frío y deshumanizado como una ‘máquina de pensar’, según consideración de su esposa Simone de Beauvoir, sostuvo con Albert Camus una extensa polémica porque este exponía la VERDAD de la muerte lenta a la que fueron sometidos millones de soviéticos en el gulag, gerenciado por el estalinismo de estado. Sartre negó ese genocidio hasta cuando la VERDAD SALIÓ A LA LUZ. Pero sus argumentos, de entraña capciosa y sofística, expuestos de manera espléndida, astuta y persuasiva, estaban tan bien cohesionados e ilustrados, que suscitaban la duda y sembraban la confusión en sus lectores.
De ahí que muchos ilusos, debido a la fama y prestigio de una supuesta intelectualidad, se empeñen en CREER Y PRACTICAR todo aquello que pueden demostrar con ABSTRACCIONES y SIN HECHOS VERIFICABLES. Y siguen haciéndolo aunque los resultados de lo que creen y practican vaya contra todo lo humanamente despreciable por sus resultados evidentes.
Así se ha impuesto la MODA de muchas cosas imbéciles que se han convertido en barbarie; por ejemplo, la droga y muchos otros venenos del alma. Ese es el resultado de los sofistas de alto vuelo, como Sartre, que se han inventado la ideología de género, por ejemplo. O que la tierra es plana; que izquierda y derecha son verdades irrefutables, etc. De ahí que, mediante ‘argumentos’, se justifique todo lo estúpido que destruye, como la guerra, el terrorismo, la corrupción y todo lo que está perdiendo a la humanidad.
Por eso es muy fácil que muchos apoyen o nieguen cualquier política de línea dura o estúpida, subviertan la democracia, reduzcan la libertad de prensa, repriman la disidencia, se obsesionen por su prestigio, persigan grupos minoritarios, oponentes; porque son corruptos, sin principios morales. Uno de esos demonios, Stalin, nos advertiría de manera cínica para las próximas elecciones: “Basta con que el pueblo sepa que hubo una elección, los que emiten los votos no deciden nada, los que cuentan los votos lo deciden todo”, pero evitaba decir el origen de esa generalización o engaño, la corrupción del alma, porque el tipo era el máximo representante de lo corrupto y demoníaco. No diferenciaba entre los buenos y malos votantes y escrutadores. Esa es la NUEVA NORMALIDAD que quieren imponernos; porque soñaron que la aceptaríamos libre y disciplinadamente.
Además, el problema es que las personas con principios morales e inteligentes que serían los líderes ideales, no tienen deseos de dominar por lo que se les percibe como ‘débiles’ y no se meten en el terreno de juego de Satanás que es la política. Entonces se necesita ser un verdadero héroe para aspirar a servir de manera correcta, porque los supuestos beneficiados no agradecerán el sacrificio y los malvados sabotearán la buena intención.
El hombre fuerte de Venezuela, Chávez, subió al poder con el estribillo de la corrupción. Hoy los venezolanos añoran la democracia con sus errores. Porque no hay que equivocarse. Existe una mano fuerte, buena y firme; pero puede surgir, cuando menos se piensa, una mano malvada envuelta en un guante de terciopelo con el ronroneo de la paloma de la paz, ofreciendo botellas de ron y… ¡Güepa je! ¡Ojo con los mentirosos y corruptos de las próximas elecciones porque la mentira llega en papel de regalo y se viste de astucia!