Eduardo Mackenzie*
La idea de abrir un “juicio político” en el Congreso de la República contra el presidente Gustavo Petro por sus nefastos actos de gobierno contra la concordia y la economía nacional gana más y más adeptos en Colombia.
Rafael Nieto Loaiza
Ante la evidencia de que no tenía mayorías en el Congreso ni en entre los ciudadanos, ni tiempo suficiente para sacar adelante su propuesta de asamblea nacional constituyente, Petro se movió rápido a lo que ha llamado un “proceso constituyente”.
Jesús Vallejo Mejía
Reitero que no soy apologista de la Constitución Política que nos rige. Desde un principio la he criticado a partir de su origen espurio y sus extravíos normativos. No he vacilado en llamarla el Código Funesto. Pienso que convendría hacerle una juiciosa revisión para ajustarla a lo que realmente debería adoptarse como ordenamiento fundamental de nuestro régimen político, económico y social.
Centro Democrático: el poder de las ideas (3079)
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A. Otras columnas para leer
Luis Guillermo Vélez
“A propósito de la reflexión de Semana Santa de Gustavo Francisco, haré cinco observaciones:
José Félix Lafaurie R.
El narcotráfico es, sin duda, la causa inmediata de la violencia que azota al país, un mal con muchos síntomas de gravedad: corrupción, inseguridad urbana por microtráfico; insostenible inseguridad rural y, finalmente, montañas de dinero corruptor.
Ernesto Macías
En Colombia, las alarmas están encendidas, y el propio Gustavo Petro ha sido quien las ha activado, al transitar peligrosamente por la frontera entre la institucionalidad y el totalitarismo. El panorama actual del país es preocupante, evidenciando que Petro, ya lejos de las meras hipótesis, tiene la firme intención de perpetuarse en el poder.
Alejandro Gaviria*
Presidente, la verdad en el debate público, el respeto a los hechos y la honradez intelectual son una virtud republicana imprescindible. Ud. está incurriendo en varias falacias, mentiras e imprecisiones. Explico.
Alexander Cambero
La Dictadura crea una ley draconiana con la intención de terminar de acribillar la poquísima democracia que nos queda. El gobierno venezolano, que patrocina los peores vejámenes, utilizando para ello métodos que contrarían los derechos humanos, quiere presentarse ante la comunidad internacional como mensajero universal del antifascismo. Una especie de célibe guardián zelote que desea librarnos de los azotes ideológicos que forman parte del ideario de este tipo de expresión bárbara del atraso. «Los pájaros tirándole a las escopetas», diría la conseja popular.
Álvaro Ramírez G.
“¡El que dice lo que no debe, oye lo que no quiere!”.